"El Arte por un mundo maravilloso"

domingo, 2 de noviembre de 2014

Belleza

Khalil Gibran

Y un poeta dijo: Háblanos de la Belleza. 
Y él respondió: 
¿Dónde buscaréis la belleza y cómo la podréis hallar a menos que sea ella misma vuestro camino y vuestra guía? ¿Y cómo podéis hablar de ella, a menos que ella misma teja vuestras palabras? 
Los afligidos y los heridos dicen: "La belleza es amable y suave. 
Camina entre nosotros como una madre joven, algo ruborizada de su gloria". 
Los apasionados dicen: "No, la belleza es una cosa poderosa y temible. Como la tempestad, ella sacude la tierra bajo nuestros pies y el cielo sobre nuestra cabeza". 
Los fatigados y los agobiados dicen: "La belleza está hecha de suaves murmullos. Ella habla en nuestro espíritu. Su voz cede a nuestros silencios como una luz tenue que tiembla de miedo a la sombra". 
Pero los inquietos dicen: "Nosotros la hemos oído gritar entre las montañas. Y sus gritos convocaban tropeles de caballos, y el batir de alas y el rugir de leones". 
En la noche, los guardias de la ciudad dicen: 
"La belleza despuntará en el oriente, con la aurora". 
Y, al mediodía, los trabajadores y los caminantes dicen: 
"Nosotros la hemos visto inclinada sobre la tierra, desde las ventanas del poniente". 
En invierno, los sitiados por la nieve dicen: 
"Vendrá con la primavera, brincando sobre las colinas". 
Y, en el calor del verano, los segadores dicen: "La hemos visto danzando con las hojas de otoño, y había nieve en su cabello". 
Todas estas cosas habéis dicho de la belleza. Pero, en verdad, nada hablasteis de ella, sino de necesidades insatisfechas. 
Y la belleza no es una necesidad, sino un éxtasis. 
No es una boca sedienta, ni una mano vacía que se extiende. 
Sino más bien un corazón inflamado y un alma encantada. 
No es la imagen que quisierais ver, ni la canción que quisierais oír. 
Más bien, es una imagen que veis aunque cerréis los ojos, y una canción que oís aunque tapéis vuestros oídos. 
No es la savia bajo la rugosa corteza, ni un ala atada a una garra. 
Sino más bien un jardín eternamente en flor, y una multitud de ángeles eternamente en vuelo. 
Pueblo de Orphalese, la belleza es la vida cuando la vida revela su rostro sagrado. Mas vosotros sois la vida, y vosotros sois el velo. 
La belleza es la eternidad contemplándose a sí misma en un espejo. 
Mas vosotros sois la eternidad, y vosotros sois el espejo. 

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