Hola Cariño,
dicen que de sueños vive el hombre,
y en sueños te siento, pura, suave y entregada;
entregada a mí como sólo alguien exultantemente esplendorosa se entrega,
como sólo un alma libre es capaz de exhibir sus encantos. Y espero, y me convierto en anhelo,
en alma en pena que vaga difusa por el cosmos,
en estandarte de lo desposeído,
en estrella fugaz…
Estoy aqui, porque tras la tormenta la calma alcanza su máximo esplendor
provocando luminosidad, alegría, sosiego...
En mi camino te encuentras
y no te pierdo, me entrego y espero, I hope…
Francisco Arroyo
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